* Periodismo Oficio de Muerte”
La Razón Pura
* Periodismo Oficio de Muerte”
** A raíz de la emboscada que sufrieron el pasado 28 de noviembre, cuatro periodistas por un grupo armado, se debate poner a revisión el periodismo.
/José Luis González C.
La emboscada que sufrieron cuatro periodistas el pasado 28 de noviembre, cuando ya se retiraban del lugar donde habían asistido a cubrir el asesinato de un trabajador del volante en la colonias Las Palmas, no solo los trabajadores de los medios han dado una enérgica respuesta, repudiando este hecho con una movilización, sino que debaten someter en revisión el periodismo, sino incluso, reclamar al Estado, su ineficacia para darle protección a quienes realizan en verdad esta labor de interés público de mantener informada a la sociedad.
La información tanto para la sociedad como para el poder, es de vital importancia para la toma de desiciones y los registros de los acontecimientos por los mediadoras de la información ( periodistas), son necesarios porque la historia de los pueblos, se construye por la sucesión de hechos que acontecen cotidianamente.
Carlos Moncada Ochoa en su libro “Oficio de muerte: periodistas asesinados en el país de la impunidad”, realiza un recuento de los periodistas asesinados en el Siglo XIX y sus investigaciones buscan flexionar y reflexionar en las normas y medidas legales que se proponen para conjurar, o al menos disminuir el peligro para los periodistas.
Y reflexionar también en los programas de acción y ataque al crimen y en la conducta personal y profesional que conviene a nuestra seguridad, sin abdicar el deber de informar y contribuir a que no mueran en la memoria pública los periodistas asesinados.
Moncada Ochoa propone diferenciar cuando las víctimas de los atentados son en verdad periodistas, pues en relación a lo que difunden organizaciones tan importantes como la Federación Latinoamericana de periodistas, Periodistas Sin Fronteras o la Federación Internacional de Periodistas, sucede que:
1. incluyen indiscriminadamente a trabajadores al servicio de empresas, personas que hacía años no ejercían el Periodismo y acompañantes casuales de la víctima.
2. Determinar cuando en verdad hubo un homicidio y cuando la muerte se debió a un accidente u otra causa.
3. Igualmente cuando el atentado se relaciona con la actividad profesional del Periodista y cuando los móviles fueron de otra naturaleza: profesionales económicos, riñas, etc.
4. Hasta la época de los 70’, los actores intelectuales de la mayoría de los homicidios eran políticos por caciques y gobernantes. Después el responsable ha sido, salvo algunas excepciones, el crimen organizado en el que hay que incluir a funcionarios y jefes policiacos corruptos.
5. Esto conduce a otra dificultad, si no se propicia, si no se precisa pronto al móvil móvil del crimen, la suspicacia pública, a menudo lanza el rumor de que la ejecución ha sido un ajuste de cuentas, pues cae sobre la víctima la “sospecha” de haber colaborado con los narcotraficantes.
Sin razón se manchan así reputaciones sin contar que la sospecha, es creada en ocasiones por funcionarios interesados en oscurecer la investigación.
Y vaya que ahora aparecen mantas y circulan videos bien elaborados, lanzando improperios contra ciertos medios y generalizando la descalificación de toda la prensa, para crear un clima que “justifique” cualquier atentado contra cualquier miembro de los medios de comunicación y plataformas digitales
Es hora de que el Estado profundice las investigaciones, se capture a los responsables de quienes han atentado contra los representantes de los medios de comunicación, se haga justicia y se evite que se profundice el clima de violencia e impunidad.
La revisión del ejercicio periodístico, como un análisis retrospectivo de las desviaciones y excesos del gremio, debe de realizarse; como debemos someter a revisión a la clase política y sus personeros.
Una democracia donde se mata periodistas y se acalla la libertad de expresión, está en el abismo de convertirse en un Estado fállido que no es capaz de garantizar la vida, la paz social y la libertad.
Es incapaz de darle dicha y seguridad a su pueblo.
